La amistad no se mide en kilómetros, sino en sensaciones

Hay veces en las que tienes suerte. Veces en las que, casi sin querer, encuentras en tu vida personas que nunca esperabas encontrar en tu camino. 
Hay veces en las que personas que están lejos son capaces de hacerse sentir más cercanas que con las que compartes tu día a día. 
Hay veces en las que encuentras a un amigo en un lugar en el que nunca te planteaste buscar. Alguien que te entiende. Alguien que siempre está ahí para escucharte. Alguien que hace de tus problemas los suyos. Alguien que te conoce casi más que lo que tú mismo te conoces. Alguien que hace de la distancia un simple número. 

Y es que, hay veces en las que, por suerte o por desgracia, encuentras a una parte de ti en algún lugar remoto. Lugar al que desearías poderte teletransportar de vez en cuando para poder ver a esa cara tan conocida y a la vez tan poco.


Y te gustaría poder compartir tu día a día con ellos. Que tu casa fuera la suya. Que las memorias fueran conjuntas y no solo algo que os contáis el uno al otro. 
Pero de la misma forma en la que desearías tenerles a tu lado, también sabes que es bueno tenerles lejos. 
Y no, no es que no quieras tenerles cerca ni que sientas que sea fácil veros tan poco o prácticamente nunca, pero la distancia nos hace ver las cosas con mejor cara. Nos hace ser más especiales. Nos hace que valoremos más las pequeñas cosas. Que atesoremos bajo llave cualquier memoria juntos. Que queramos con más intensidad.


Solo alguien que ha tenido un amigo en la distancia comprende el valor real de la amistad: la amistad no se basa en las personas que ves todos los días. Un amigo es aquel que, a pesar de que no veas a diario, sigue a tu lado pase lo que pase y que, cuando os veis o habláis, os hace sentir como si el tiempo no hubiese pasado. 

Y eso es toda una suerte. Suerte de que un lugar remoto ya no sea una simple ciudad sino la casa de un amigo. Suerte de tener amigos incondicionales. Por muy difícil que pueda resultar. 

Nada fácil en la vida vale la pena. Y a veces las complicaciones traen con ellas a las mejores compañías. 



Texto: Maria 
Imágenes via Weheartit

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